No molesten, por favor...

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lunes, 30 de noviembre de 2015

  EL DINERO, ESE INVENTO CONTRAPRODUCENTE

Esto lo publiqué hace unas semanas en mi perfil de Facebook y en las páginas de algunos grupos de ideología "alternativa". (Lo añadí también a otro blog que tengo para no perderlo del todo, porque me gustó lo que escribí y me daba pena perderlo).

  Lo escribí casi de un tirón y es seguramente mejorable en el contenido y en la expresión. Pero lo dejé así porque recoge de manera fresca y casi espontánea mi pensamiento en el tema del dinero. Es evidente que soy un antisistema. Soy pacífico, tranquilo, sosegado...  Pero antisistema.

 Lo añado también aquí porque creo que encaja muy bien en la línea de pensamiento y de expresión que quiero que tenga este  blog.

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Reflexiones en voz alta, después de ver el telediario:

  El dinero es un papel o un metal que, per se, no sirve para nada. Ni siquiera serviría adecuadamente para recoger excrementos. Pero a este papel y a este metal el homo ¿sapiens? le ha dado valor. Lo que a priori podría parecer un buen invento resulta que es el mas terrorífico instrumento de destrucción, odio, muerte, injusticia, mentira, prostitución, esclavitud...
 
  Pues bien, mi reflexión es esta: mientras exista el dinero (¡ojo!, no digo mientras el dinero "esté mal repartido"; digo "mientras exista") sucederán estas cosas:

- los diagnósticos de los médicos estarán mediatizados por el interés económico (=los pacientes con dinero serán diagnosticados con enfermedades inexistentes; los pobres, aunque estén enfermos de verdad, serán dados de alta );
- se recetarán medicinas que no son necesarias y, a la vez, aquellos que no puedan pagarlas no podrán usar las que necesitan;
- se seguirán fabricando armas para destruir y matar;
- seguirá existiendo la prostitución sexual;
- seguirá existiendo el tráficos de drogas;
- las empresas producirán cosas que no sirven para nada, con tal de que se vendan; otras cosas que podrían ser útiles no se fabricarán si no pueden venderse;
- se destruirán el medio ambiente y la naturaleza si ello sirve para reportar beneficios;
- los escritores escribirán sus obras con el único objetivo de vender. Nunca sabremos qué tipo de obra habrían escrito si hubieran sido libres. Lo mismo se puede decir de cualquier tipo de creación artística y científica;
- seguirán existiendo el robo, el hurto, la apropiación indebida, el cohecho, el homicidio cuyo móvil es el robo, el fraude fiscal, el delito monetario...
- Seguirán existiendo disputas por la herencias; las familias estarán enfrentadas;
- existirán litigios y pleitos dinerarios (= el 99% de los pleitos judiciales);
- las personas no se dedicarán a su verdadera vocación, sino a aquello que les pueda reportar el necesario beneficio económico;
- los seres humanos no se considerarán hermanos entre sí, sino potenciales enemigos.

 La lista podría ser casi interminable. No merece la pena hacerlo. Porque puede resumirse en esto: mientras exista el dinero (casi) todo será mentira; (casi) todos seremos esclavos; (casi) todos nos prostituiremos.

Un saludo


domingo, 29 de noviembre de 2015

  
Las drogas y la estulticia.

  Drogas alucinógenas, sustancias psicotrópicas, sustancias adictivas... Abreviemos y llamémosles drogas. Sin más. Para entendernos con facilidad. Bien merecen un artículo en este blog.

  Estas sustancias siempre las ha habido: alcohol, opio, cannabis, LSD, cocaína, hongos alucinógenos, pastillas de todo tipo...

  El "problema de la droga" lleva encima de la mesa más de un siglo. Más o menos desde que algún sabio decidió que era conveniente ilegalizar la producción, la venta y el consumo de la mayoría de estas sustancias. Gracias a la ilegalización, donde antes había un problema ahora hay un "problemón". Ya se vio en el tiempo de la ley seca en Estados Unidos.

  Y es que, por un lado, la prohibición, per se, hace más "atractivo" el consumo de estas drogas. Por otro lado, genera, ipso facto, el nacimiento de mafias que se encargan de suministrar este tipo de mercancías a quien lo desee o lo "necesite". A renglón seguido, es imposible controlar la calidad de la sustancia que se venden.

  Y nos encontramos con que los gobiernos gastan una gran cantidad de esfuerzo, tiempo y dinero en perseguir algo que nunca van a conseguir  atajar. Fuerzas de seguridad y administración de justicia pierden el tiempo haciendo el tonto. A veces incluso el ejército interviene. Tal es el poder de las mafias.

Analicemos brevemente los actores de este  circo :

Consumidores: son los infelices que se dejan atraer por el consumo de estas sustancias. Son gentes incapaces de ser felices sin "colocarse". Incapaces de ver que a la vida no le hace falta tomar nada "extra" para disfrutarla. Si, además, les prohíbes alguna sustancia, la encuentran todavía más atractiva. Qué pobres desgraciados. Qué tontos. Pobrecitos...

(He de decir que yo también tomé algo de marihuana y de hachís en mis años mozos. Apenas unos cuantos porros con los amigotes. Cosas de juventud. Por supuesto, nunca estuve "enganchado". Lo dejé pronto porque me sentaba mal a los pulmones y porque me parecía una tontería. Como también dejé pronto el alcohol y el tabaco. Nadie es perfecto. Ni yo tampoco, por supuesto. Pero muchas veces equivocarse es la mejor forma de aprender.)

Traficantes: Venden lo que haga falta. El mundo es así. Pero si prohíbes algo, entonces serán ellos los únicos que venderán lo que se ha prohibido. Negocio seguro. Han llegado a tener tanta fuerza y poder, que incluso combaten a los ejércitos de algunos países. Tienen más dinero que muchos gobiernos del mundo. Los diferentes grupos se matan entre sí por el control del mercado. Hay países  destrozados por estas luchas entre mafias. Méjico es un buen y triste ejemplo.

Gobiernos: son, una vez más, el paradigma de la estupidez. Prohíben la droga porque es "perjudicial para la salud pública". Como si la contaminación atmosférica no lo fuera. Como si los productos químicos que se usan en la alimentación y en la industria en general no lo fueran. Como si los medicamentos que se venden en las farmacias, en determinadas dosis, no fueran letales (otro día hablaré de los cientos de miles de personas que cada año mueren por tomar medicina "legales", incluso tomándolas a dosis "recomendadas médicamente"). 

  Sigo con los gobiernos, porque todavía tengo  más caña para ellos: Como si las armas que fabrican y venden por todo el mundo fueran "buenas para la salud". Como si el hambre y las injusticias sociales que no son capaces de solucionar fueran "buenas para la salud"... ¿Hipocresía? ¿Ignorancia?... Estulticia es quizá la mejor palabra.

   Yo sé que no existe el mundo perfecto. Y que la legalización no va a solucionar este problema ni siquiera al 50%. Siempre habrá  infelices que necesiten buscar un alucinógeno para sentirse bien. Pero con la droga legalizada y vendida en farmacias o estancos, seguro que pasarán  estas cosas:

- perderá gran parte de su atractivo, de su erótica, de su mito;
- las mafias desaparecerán;
- se controlará mejor la calidad de las sustancias;
- el estado obtendrá beneficios, por la venta y por los eventuales impuestos que podrían gravar su venta; (ojo: su precio ha de ser barato, para que ninguna mafia pueda ofrecerlo a mejor precio. A tal efecto, el estado podría perfectamente cultivar y producir esta sustancias);
- las fuerzas de seguridad y la administración de justicia dejarán de perder el tiempo, el esfuerzo y el dinero en esta tarea tan absurda y podrán dedicarse a otros menesteres.

  Poco más que decir. Como funcionario de la administración de justicia he presenciado de primera mano el estúpido espectáculo de ver todo esto muy de cerca. El esfuerzo de la policía, del ministerio fiscal, de los funcionarios de justicia y de prisiones, para perseguir, juzgar y condenar a la cárcel a un individuo por detentar 15 o 20 gramos  de marihuana. Por mucho que se coja, se cuelan 10 veces más. Seguro. Eso sí, los que venden armas están en sus mansiones de Marbella o de Miami. Porque vender armas y hacer la guerra es legal. Pero vender una hierba es ilegal... Qué mundo...

sábado, 28 de noviembre de 2015

  UN POCO DE SEXO

  Algunos me dicen: "Pero, ¿de verdad vas a hablar de sexo...?". Y yo digo, pero "¿Se puede afirmar que se va a escribir sobre temas variados y no hablar de sexo?". El sexo está con nosotros casi toda nuestra vida. No todos lo vivimos igual. Ni mucho menos. Para algunas personas apenas tiene importancia. Otras personas son esclavas del sexo. Las hormonas, las conexiones cerebrales, el aprendizaje... mil cosas influyen en estas diferencias entre unos y otros...

  El instinto sexual es uno de nuestros grandes instintos, junto con el de supervivencia y el de adaptación al medio. Y es que es el instinto de reproducción. Ni más ni menos. Relacionados con el tema sexual están asuntos como: la homosexualidad, el travestismo, las disfunciones sexuales (impotencia, frigidez...), la pubertad, la adolescencia, el cariño, el amor, la ternura, el romanticismo, las novelas y las películas de amor, la prostitución, el noviazgo, el matrimonio, el divorcio, la concepción, el embarazo, el parto, los métodos anticonceptivos, el aborto, el erotismo, la pornografía, las desviaciones  sexuales (sadismo, masoquismo, zoofilia)... Y también gran parte de la producción artística, de la medicina y de la psicología. 

   Es evidente que no se puede hablar de la vida humana  sin tratar el sexo. Trataré cada tema según se me vayan pasando por la cabeza, bien porque recuerde algo puntual del pasado (una conversación, una discusión, un libro...) o porque en el día que sea tropiece con algún asunto. Mi opinión, por supuesto, es tan solo mi opinión. Yo no soy experto en casi nada. Y tampoco en esto. Pero creo que algo sé. Ya tengo 50 años y he vivido muchas cosas. Y mi opinión suele estar (aunque no siempre) fuera de la norma y del sistema que se considera adecuado. Pero sí puedo afirmar que es una opinión que no está sujeta a ningún interés.

  Hoy he visto un reportaje sobre la Viagra y otra medicinas potenciadoras del deseo y el "rendimiento "sexual. Esta es mi opinión. Desde un tiempo a esta parte, hay una obsesión generalizada por practicar sexo sea como sea. Hasta con 80 o 90 años. Si no lo haces así, no eres normal y eres infeliz. Toda esta estupidez viene promovida, sobre todo, por la industria farmacéutica. ¡Cómo no! Otra vez el dinero por medio. ¡Qué mundo!



  Señores varones: si hay un problema de erección, no lo solucionen tomándose una pastilla. Eso no es solución. Porque, además, esas pastillas son una bomba contra la salud de una persona (como tantas otras medicinas. Otro día trataré este tema). Acudan a un psicólogo. Y, en algunos casos, (si hay algún problema físico) a un urólogo. Y, sobre todo, analícense ustedes mismos. Porque casi siempre es un problema de autoconocimiento. La ansiedad y la inseguridad son las que provocan estas disfunciones. Y si no hay solución, no pasa nada. En el sexo no hay solo coito. Eso es una mentira. El coito es para reproducirse. Se puede tener sexo sin coito. El sexo está presente en una caricia, en un beso, en una mirada, en un abrazo... y, por qué no, en una estimulación manual... Pero no sean tontos. No tomen ese veneno para conseguir una erección.

(Lo mismo que he escrito para la impotencia lo puedo decir para la eyaculación precoz. No tomen pastillas ni hagan esos ejercicios estúpidos que recomiendan en internet. En la eyaculación precoz, siempre y en todo caso, hay un problema de ansiedad y de inseguridad. Se soluciona con autoconocimiento y con paciencia. Y si algún día falla, no hagamos un drama, que el sexo es para disfrutar y no para sufrir).

  Señoras mujeres : Si no tienen deseo o no lubrican lo suficiente, no se depriman. Y tampoco tomen ningún brebaje. Dejen que la naturaleza obre por sí sola. No se obsesionen. Como dije antes para los hombres, hay muchas formas de hacer sexo.  Y muchas cosas en la vida aparte del sexo. Que no les engañen.


  Esta es mi opinión. Basta ya de mentiras, basta ya de obsesiones. El sexo es para llevarlo con naturalidad. No para "funcionar" como unos actores porno hasta con 90 años. Una mirada y un beso puede rezumar complicidad, sexo y bienestar. Y una penetración de 30 minutos puede ser agotadora e insulsa. Y hasta dolorosa. Una estimulación manual u oral mutua que acabe en orgasmo tiene el mismo efecto.  Las pastillas "milagrosas" que se las tome el que las hace. Pero que tenga cuidado, que son peligrosas.

  Sí, amigos: los ministerios de sanidad de todos los países están comprados por las farmacéuticas. Mucho cuidado con todos ellos...