Se está celebrando durante estos días en París una nueva "cumbre del clima". Ya van unas cuantas. Representantes de casi todos los países del mundo se reúnen.... para no acordar nada. Al menos nada importante ni nada que se vaya a cumplir. (En realidad, los representante y dirigentes políticos no son más que "títeres" de los que de verdad mandan en el mundo, que son otros... Pero no es este el tema del presente artículo. Dejémoslo ahí).
Quedémonos, pues, todos tranquilos. Todo va a seguir igual. Podremos seguir nuestro camino hacia la hecatombe sin que nadie nos lo impida. Y, por supuesto, esa mala gente que se manifiesta pidiendo un mundo alternativo, esos tontos que se callen y que dejen de molestar. Que no tienen ni idea.
Podremos seguir, por tanto, midiendo el desarrollo, el bienestar, el progreso y la felicidad en términos monetarios. Lo importante es el crecimiento, el PIB, la cotización de las bolsas, la productividad, la reducción de los costes de la producción, el aumento de las exportaciones...
la razón principal por la que no se firma casi ningún acuerdo y por la que lo poco que se firma no se cumple es la de siempre: "Tiene un coste económico inaceptable" o, como se dice ahora, "inasumible". O, en palabras más sencillas": No hay dinero".
Me recuerda ese "no hay dinero" a cuando algún niño padece alguna enfermedad grave cuya única solución es que sea operado en algún hospital privado de los Estado Unidos o de algún otro país. No se le puede operar porque su familia no tiene dinero. Hay hospitales, hay médicos, hay medios técnicos... pero no hay dinero. Pues que se muera. O cuando regiones enteras se mueren de hambre. Hay comida, hay medios para llevarla, pero no hay dinero. Pues que se mueran. Aquí pasa igual. No se puede actuar para respetar el medio ambiente.. porque no hay dinero. Pues que se muera.
Sin embargo, sí parece haber dinero para otras cosas. Sí hay dinero para fabricar armamento y llenar los arsenales de todo el mundo; y para enviar naves a Marte con la intención de hallar una respuesta a esa pregunta tan inquietante y tan decisiva: ¿ hay agua en Marte? ; y para levantar muros entre los países de medio mundo para que lo pobres no crucen a pedir pan ni trabajo; y para llenar las tiendas de todo el planeta con productos navideños que no sirven para nada...
Pues muy bien. Sigamos talando árboles y bosques, ensuciando ríos y mares, contaminando el aire y exterminando especies y esquilmando recursos. Total, para qué sirve preservar todas esas tonterías, si con eso no se consigue aumentar el PIB.
El ser humano, como proyecto colectivo, en el ámbito político, social y económico:¿ Puede ser más tonto ? No. No puede.
No suelo usar palabras malsonantes en mis escritos. Pero , por una vez, lo voy a hacer. Este es mi mensaje para todos aquellos dirigentes políticos y dirigentes de las grandes empresas multinacionales, que son los responsables de que el mundo sea, en el ámbito político, social y económico tan absurdo y tan injusto. Lo iba a decir con palabras políticamente correctas. Pensaba enviarles al lugar donde las vacas deponen sus excrementos. Pero lo voy a a decir en román paladino. Me voy a quedar más a gusto. Este es mi mensaje: VÁYANSE USTEDES A LA MIERDA...
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